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miércoles 09 de abril de 2025

El lobo gigante que desapareció hace siglos vuelve a aullar: ¿es posible “desextinguir” especies?

Un reciente anuncio sobre la recreación del lobo gigante levanta el debate sobre la “desextinción”. Investigadores nacionales explican de qué se trata, sus riesgos y oportunidades.

El lobo gigante que desapareció hace siglos vuelve a aullar: ¿es posible “desextinguir” especies?

El lobo gigante que desapareció hace siglos vuelve a aullar: ¿es posible “desextinguir” especies?

Habitó gran parte de Latinoamérica, incluyendo Chile. El lobo gigante popularmente conocido como el “lobo huargo” de la serie Juego de Tronos, ha vuelto a aullar luego de más de 10.000 años desde que dejó la faz de la Tierra. 


Se trata de Rómulo, Remo y Khaleesi, tres cachorros: dos machos de 6 meses y una hembra de 2 que fueron editados con ingeniería genética. ¿Cómo lo hicieron? A 20 genes de lobos grises les añadieron características del lobo gigante y a partir de ahí crearon embriones que implantaron en perros grandes que utilizaron como madres sustitutas. 


Según lo declarado por la empresa Colossal a revista Times, “estos lobos fueron traídos de vuelta de la extinción mediante ediciones genéticas derivadas de un genoma completo del lobo gigante, reconstruido meticulosamente por esta compañía de investigación genética a partir del ADN antiguo encontrado en fósiles que datan de 11.500 y 72.000 años atrás”. 


Esto nos demuestra una vez más, que el uso de nuevas tecnologías nos permite generar nuevo conocimiento, información y hacer cambios en el material genético, pero que a su vez abre importantes interrogantes sobre los efectos en la biodiversidad. 


Para la investigadora en genómica evolutiva de la Universidad Católica y expositora de Congreso Futuro 2024, Juliana Vianna, este experimento nos recuerda la importancia de conocer nuestra biodiversidad, el genoma de nuestras especies y hacer lo posible para evitar su extinción. 


Además, alerta de que no es posible “desextinguir”, puesto que “el problema de las especies que se extinguieron, es que el ADN está muy degradado y fragmentado, entonces no podemos utilizar su núcleo para clonar, lo que se hace es conocer el genoma de la especie extinta y buscar la especie más cercana evolutivamente, que en este caso es el lobo gris con un 99,5%”. 


Entonces no se trata estrictamente de una “desixtinción” y sino más bien  “de un lobo gris con alteraciones genéticas que se asemeja a una especie que se ha extinguido”. 

Fuera de todas estas aclaraciones, no se puede desconocer que se trata de un avance asombroso, captando la atención de la comunidad científica y de los medios de comunicación a nivel mundial. Hitos como estos recuerdan experiencias tales como la clonación de la oveja Dolly que marcó un antes y un después en los avances en la biotecnología y la bioingeniería. 


Cuando la realidad supera la ficción


Incluso hay quienes recuerdan una aclamada saga de ciencia ficción con esta noticia. Para el científico experto en biotecnología y director de Fundación Encuentros del Futuro, Matías Gutierrez, esto se parece mucho a la primera película Jurassic Park, en la que  tomaban la sangre de un mosquito y lo ocupaban para poder sacar el genoma completo de un organismo extinto como el de los dinosaurios. 


Para el investigador es importante entender que lo que se logró hacer con la modificación de estos 14 genes del lobo gigante fue un esfuerzo sintético, “no se tomó ADN originario del organismo que se había extinto, sino que tenían información de ese ADN, se sintetizó y se introdujo en fracciones del genoma del lobo gris. Con eso se logra la transformación, es decir, se le agregan o modifican características y funciones a la especie”. 


Como toda tecnología puede ser utilizada de diversas maneras, dependiendo de quién la manipule, este avance puede tener luces y sombras. 


En el caso de Gutiérrez, comenta que “está el ejemplo que conocimos en la ciencia ficción de Jurassic Park. ¿Qué pasa si introducimos una especie que ya no está viva hace miles de años y que al volver tenga la capacidad reproductiva y se vaya a la naturaleza. En el caso de los dinosaurios se nos transforma en un súper depredador y eso puede genera un desbalance en el ecosistema presente”. 


Gutierrez cuenta que hay proyectos en Chile que están tratando de caracterizar la genética de especies de importancia, entre ellas algunas que están en riesgo o en peligro de extinción, “esto podría ser súper útil porque tenemos la especie que todavía está viva, si se extingue podríamos ocupar esta tecnología para repoblar zonas que hoy están perdiendo esas especies endémicas y lograr un equilibrio”. 


Vianna también enfatiza el potencial que esta tecnología tiene para prevenir extinciones futuras, sobre todo en especies en peligro. 


“En el proyecto 1000 Genomas, estamos secuenciando especies chilenas vivas, muchas de ellas endémicas y amenazadas. Tener esa información genética es crucial para desarrollar estrategias de conservación e incluso adaptaciones genéticas que puedan ayudarlas a resistir amenazas como las enfermedades emergentes o el cambio climático”.


Conoce más sobre este tema en la charla de Richard Dawkins que nos acompañó en Congreso Futuro 2019: ¿Qué especie queremos ser?


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